lunes, 21 de marzo de 2011

El Voto Electrónico en debate



Luego de ver con sobrada vergüenza ajena lo ocurrido con el escrutinio provisorio en la Provincia de Chubut, donde se elegían gobernador, intendentes y otras autoridades locales, no faltaron las voces de la “modernidad” que solicitan, cada vez que se les presenta la ocasión, la puesta en práctica del VOTO ELECTRÓNICO.

Muchos dirigentes incluso se han embanderado con esta propuesta que vendría a “subsanar definitivamente las prácticas habituales del clientelismo político”, fundamentalmente en lugares donde el poder de los “aparatos” se presta a torcer “la verdadera voluntad de los electores”, amparados por “mafias y patotas que denigran la profesión política”. Esto lo sostuvo el colorado De Narváez en la campaña 2009, pero hay muchos otros.

Vamos a los hechos:

1.- Léase este artículo del diario Clarín, donde sostiene que  “La Corte Constitucional alemana acaba de dar un duro golpe al voto electrónico al prohibir su uso. Sus defensores no pudieron convencer a los jueces de que el conocer el resultado electoral un par de horas antes o la exactitud en la contabilización de los votos compensa el peligro de software manipulados para generar un fraude electoral masivo; o que el ahorro de sueldos -al disminuir el número de empleados electorales- compense el hecho de que se debiliten los controles estatales en el proceso electoral”. La Corte Constitucional alemana afirma algo que muchos políticos y consultores olvidan: "En la República la elección es cosa de todo el pueblo y asunto comunitario de todos los ciudadanos" y que la función del proceso electoral es la "delegación del poder del Estado a la representación popular". Por ello, su legitimidad no puede ser sacrificada en función de la comodidad de funcionarios o la ansiedad de políticos por conocer los resultados.


2.- Richard Stallman (*), el Mayor Capo del Software Libre, lo define de esta manera: “Votar con computadoras es abrir una puerta grande al fraude. La computadora ejecuta un programa, y el programa puede ser cambiado o reemplazado. Puede ser reemplazado temporalmente durante la elección por otro diseñado para dar totales falsos. Ningún estudio del programa que debería correr puede asegurar que otro programa no actúe mal.

La votación es una actividad especial porque normalmente el votante no puede averiguar, según los totales, que su voto ha sido contado correctamente, y hay que desconfiar de todas las partes involucradas. No podemos dar por supuesto que el fabricante es honesto, ni que la autoridad electoral es honesta, ni que los dos no conspiran juntos. El sistema electoral debe ser a prueba de todas las posibilidades, pero es imposible con una computadora.

Muchos activistas de software libre piensan que usar el software libre en la máquina de votación asegura una elección honesta. Usar software privativo es malo aquí, como siempre: el fabricante podría diseñarlo a sus anchas para fraude. Pero ser libre no basta, porque luego la autoridad electoral podría hacer el fraude. El único sistema de confianza es votar con papel.

Algunos investigadores han propuesto sistemas muy sutiles de encriptación para votar. Dicen que con esos sistemas el fraude es imposible. Quizás tienen razón, pero tal conclusión no es fácil de comprobar con certeza. Si algún día parece haber un sistema de confianza para voto digital, la sociedad debe probarlo gradualmente, a lo largo de una década. En los sistemas electorales, cambiar con prisa es arriesgar todo”.



3.- Dominio Digital, es un programa insignia sobre informática y tecnología de comunicaciones. Hace ya algunos años, 2007, realizó un especial dedicado al Voto Electrónico. En él veremos la opinión de los especialistas y una demo de como se puede hackear fácilmente una terminal de voto electrónico. Dicho programa, está a cargo de dos profesionales con muchas horas de vuelo en el mundo de la informática, como son Claudio Regis (Productor general del programa televisivo Dominio Digital) y Daniel Sentinelli, consultor en informática, hacker por definición propia (alias “El Chacal”) y un excelente comunicador por su capacidad didáctica para explicar temas complejos.




4.- Esto es sólo una aproximación para un debate que algunos sectores muy interesados, tanto empresarial como político, quieren traer de los pelos con la excusa de promover nuevas ventajas republicanas. Mientras tanto, en el Gobierno Nacional que conduce Cristina, las cartas están más que claras por el momento.
En el Gobierno Nacional aclararon que están "a muerte en contra del voto electrónico", luego de la polémica que se produjo por las elecciones en la provincia de Chubut, donde el Peronismo Federal se atribuyó la victoria con una ajustada diferencia sobre el kirchnerismo.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, advirtió que no avala la digitalización de los comicios porque consideró que ese sistema le resta "legitimidad" al proceso electoral.
"Estoy a muerte en contra del voto electrónico", opinó que la digitalización "deslegitima" las votaciones y destacó el actual proceso electoral que se aplica en la Argentina por otorgar "certeza y seguridad". "Usted está seguro que toca un botón y ese voto es positivo. El resultado final usted no lo puede saber porque el voto es secreto", cuestionó.


(*) Richard Matthew Stallman (nacido en Manhattan, Nueva York, 16 de marzo de 1953), con frecuencia abreviado como "rms",[1] es un programador estadounidense y fundador del movimiento por el software libre en el mundo.
Entre sus logros destacados como programador se incluye la realización del editor de texto GNU Emacs,[2] el compilador GCC,[3] y el depurador GDB,[4] bajo la rúbrica del Proyecto GNU. Sin embargo, es principalmente conocido por el establecimiento de un marco de referencia moral, político y legal para el movimiento del software libre, como una alternativa al desarrollo y distribución del software no libre o privativo. Es también inventor del concepto de copyleft (aunque no del término), un método para licenciar software de tal forma que su uso y modificación permanezcan siempre libres y queden en la comunidad.

Javier Rehl

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