Yo estoy con el más débil…que es CLARÍN!

Finalmente quedó develado el misterio que angustiaba a tanta progresía urbana. El estandarte del “periodismo independiente, comprometido y combativo” pasará a cumplir servicios en el monopolio que tanto dijo enfrentar en otra época.

Jorge Lanata se transformará en el nuevo Director de la Sección Investigaciones del Diario Clarín. Obviamente, la mayoría estábamos esperando una noticia de estas características, fundamentalmente por el rol asumido por el “gordo” en estos últimos días. Llamaba poderosamente la atención sus intervenciones permanentes en cuanto programa pedorro de la señal TN o Canal 13 tienen. En este contexto, sus opiniones se presentaban como si asistiéramos a recibir el “sermón de la montaña”.

Creo, contrariando a mucha intelectualidad, que el “gordo” Lanata no cambió. Más bien, fue revelado. No tuvo otra alternativa por su propia naturaleza. Ante la aparición de un Gobierno de ruptura con las corporaciones del poder en la Argentina, sus argumentos banales y huecos vieron la superficie, y con ellos, su imagen pública construida por él mismo se desplomó dejándolo con el culo al aire. Por eso adoptó esta posición, que en realidad es la que siempre tuvo y de la cual nunca se hizo cargo. Es simplemente un mercenario de los medios. Sólo le interesa el vil metal, así de sencillo.

Basta con nombrar su borrada de Página12 cuando la situación financiera del diario no era la mejor en plena convertibilidad, o peor aún, haber dejado a más de 120 familias sin trabajo con el cierre definitivo del Diario Crítica. Lanata carga en su haber muchos fracasos, muchos papelones públicos (su debut y despedida en un Teatro de Revistas), muchas denuncias por faltar a la verdad en supuestas investigaciones periodísticas, muchas traiciones para con sus propios compañeros de gremio. Por eso me río cuando algunos todavía hablan de la “coherencia de Jorge”.

Lanata ha sido coherente con  su naturaleza e instinto. Siempre disfrazó el mensaje para usufructo personal, sin importarle quién o quiénes quedaban en el camino. Por eso la coherencia de estar en este punto de inflexión de nuestra historia con el más débil … que es CLARÍN.