martes, 20 de diciembre de 2011

19 y 20 de Diciembre de 2001 y el legado histórico del Peronismo


Estoy mirando a mi hija Martina que nació en Junio de 2001. Que afortunada nuestra vida de tenerla. Pero el 2001 fue un año que tendría más de una sorpresa, además de mi hija, y no sólo para nosotros. 

La madrugada del 19 de Diciembre, cerca de las 2 de la mañana, con mi mujer mirábamos el Canal Crónica TV que nos devolvía imágenes en vivo del saqueo a un supermercado en una ciudad de Entre Ríos. Siempre tenemos presente ese momento. Me acuerdo que le dije: si ésto llega mañana al Conurbano, explota la Argentina!. Y no era porque fuera adivino o tuviera poderes extrasensoriales, sino que se olía en las calles, en los bondis, en el laburo (los que lo tenían), entre los compañeros de militancia.


Las imágenes y relatos del saqueo a ese supermercado mesopotámico eran una clase práctica de cómo hacerlo y una invitación genuina a descargar la rabia acumulada por más de 25 años de políticas de ajustes económicos y sociales. 

Realmente,  no se pueden justificar ese tipo de acciones directas en una democracia, pero el Gobierno de la Alianza, que encabezó De La Rúa y compañía, hizo todos los deberes para generar una reacción popular violenta que conmovió los cimientos mismos de toda la nación, llevándola casi hasta su disolución. Fue tocar fondo definitivamente.


El desmadre y el estallido fue gracias a los personajes que intervinieron en ese fin de ciclo histórico, desde el hijo de puta de De La Rúa y su familia, pasando por todos y cada uno de sus ineptos funcionarios hasta las coberturas de los medios. Esos, que en muchos casos, recorrían la ciudad y el Gran Buenos Aires en busca de sangre y fuego. Acicateando el miedo y la inseguridad. Más tarde se supo que también tenían intereses muy fuertes puestos en la caída. 

Las jornadas del 19 y 20 de Diciembre del año 2001 nos dejaron imágenes que no vamos a olvidar jamás, un lamentable saldo luctuoso de más de 30 muertos inocentes a manos de una policía desatada, en estado de sitio y sin conducción. Saqueos, incendios, movilizaciones, pobreza, exclusión, barricadas, gente del barrio armada, muchos sin saber a donde ir, con la incertidumbre de desconocer qué ocurrirá mañana, aferrados a lo poco que quedaba. 


Hoy la miro a Marti y la veo hermosa y feliz, con ganas de seguir creciendo y aprendiendo a vivir todos los días un poquito mejor. Es igual a como veo la Argentina. Es un espejo. La memoria, virtud de los pueblos sabios, forjará en cada unos de nosotros la convicción de no repetir ese tipo de experiencias. NUNCA MÁS!.

El peronismo, una vez más, pudo sacar a nuestra patria del infierno. Comenzó a construir en estos años un país más igualitario, más justo, con más equidad, incluyendo al excluido, volviendo a generar dignidad. Fue una tarea ardua, difícil, pero se hizo ladrillo a ladrillo, poniendo todo lo mejor y a los mejores. Por todo eso me siento profundamente orgulloso de seguir siendo peronista, porque nuestra tarea no va estar cumplida definitivamente mientras haya una familia pobre en nuestra patria. Ese es nuestro legado histórico: el legado de Perón, Evita y de todos los que ofrendaron su vida por la grandeza de la patria y la felicidad de nuestro pueblo. NUNCA MENOS!.




2 comentarios:

  1. Imágenes terribles que esperamos nunca más se repitan y por eso comparto lo de "nunca menos". Pero también hay que cuidar lo que hemos logrado en estos 10 años, como cuidas a Martina. Nunca los procesos se terminan, el fin de la historia, como planteaba el tal Fukuyana, no existe. Las generaciones se renuevan en el cuidado de nuestros proyectos y será Martina la que deba tomar la posta para ir en busca del horizonte, "nunca menos".

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  2. Cuanta mentira, peronista de mierda.

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