lunes, 28 de mayo de 2012

Tom Lupo: el peronismo es una revolución tan pacífica...



Tom Lupo, poeta, escritor, conductor de radio, animador de veladas contraculturales, compañero.

“El peronismo es una revolución tan pacífica que las víctimas vinieron después, como castigo, y fueron los mismos peronistas. En todas las revoluciones mueren los contrarios, en esta no”


--Es verdad que soñaste con Evita?


Tom Lupo: (Ríe) --Sí, he soñado más de una vez con Evita, quizás tenga que ver con que en la primaria, uno de los libros más importantes para mí fue “La razón de mi vida”. Y yo me enamoré de ella, ví esa foto, esos ojos… Aparte, ella había pasado una vez por el Chaco y fue un torbellino. Años después Miguel Ángel Estrella (pianista clásico, embajador argentino ante la UNESCO) me contó una historia que me impresionó mucho, por lo que puede ser en la vida de un chico la presencia de una mujer tan importante. Evita estuvo en Tucumán, en el colegio donde estudiaba Miguel Ángel Estrella, y le preguntó: ¿Qué querés ser cuando seas grande? Y él le dijo: yo quisiera ser músico. Ella lo miró y le dijo: Yo voy a dar mi vida para que ustedes cumplan sus sueños. “Desde ese día cambió mi vida, me volví fanático de Evita”, me dijo.


--El peronismo parece una fuente inagotable de historias fantásticas.


T.L.: --Sí, fijate que mi pueblo que se llama Charata, en el Chaco, estaba dividido por las vías en dos pueblos: el de este lado y el del otro lado. Cada lado tenía su club de fútbol diferente y era diferente ser de un lado o del otro. Entonces, había que decidir dónde iba la escuela nueva y hubo tantas peleas, que decidieron hacer una de cada lado. Sinceramente, solo con el peronismo puede pasar esto. Y lo que yo soñaba era que Evita venía a nuestro colegio y estaba en el lugar donde jugábamos, que era un jardín maravilloso, con hamacas. Ella aparecía ahí.


--La cultura nacional y popular, a principios de los '80, estaba censurada y era desconocida para algunas generaciones.


T.L.: --Sí, yo en esa época había empezado a leer a Jauretche, Scalabrini Ortiz, Hernández Arregui, y a mí me maravilló eso. Aparte la juventud estaba en manos del comunismo, ser peronista era una cosa rara. Y me maravillaba con Jauretche y pensar el mundo desde acá, me parecía extraordinario. A mí también me gustaba mucho la poesía de acá y recibí la herencia de un gran militante que fue Haroldo Conti. Él fue profesor en la escuela donde yo estudiaba. Entró una tarde y dice: vengo a enseñar educación democrática, pero como eso no sirve para nada, yo preferiría leerles cuentos de autores latinoamericanos. Y se sentó en una tarimita y nos empezó a leer un cuento de Dalmiro Sáenz. Ese tipo me empujó a leer literatura latinoamericana Walsh, Cortázar, Borges, eso te cambia la cabeza. Yo venía de leer a los rusos, a Dostoievski, a los yanquis, y fue la pata que necesitaba para terminar de ensamblar mi relación con la cultura latinoamericana y nacional. Él hizo de posta.

--Bueno, en esa posta hay muchos que hoy cuentan el peronismo a los más jóvenes.

T.L.: --Jorge Alemán es un psicoanalista argentino, un tipo que hace años vive en España. Él contó que explicaba a los españoles lo que significaba el peronismo en cuanto una revolución pacífica y sintió que lo escuchaban con atención. El relato del peronismo en otro país, bien contado, es algo extraordinario. Lo que él decía es que no existen antecedentes en la historia del mundo de una revolución tan pacífica, que produjera tan pocas víctimas. Es la verdadera revolución ¿quién puede negar que hubo un cambio en el acceso de las clases sociales al trabajo, a la educación? Etcétera, etcétera: el Estatuto del Peón, lo que quieras ponerle. Sobre todo la concepción de recuperar las empresas que eran extranjeras, la política de defensa de lo nacional. Eso fue una revolución en Latinoamérica. El peronismo fue una revolución tan pacífica que las víctimas vinieron después, como castigo, y las víctimas fueron los mismos peronistas. En todas las revoluciones mueren los contrarios, en esta no.


--¿Creés que hoy se dan nuevos pasos en esa revolución pacífica?


T.L.: --Me parece que sí, que hay gestos que producen una impronta y una emoción que solamente se viven en los estadios revolucionarios o en la ilusión de que hay un cambio. Puede ser muy trillado, pero para mí sigue siendo virginal la orden de Kirchner: -Proceda, a Bendini, y la bajada de los cuadros de los represores. Eso fue inédito en nuestra historia. Si a eso le sumamos el no al ALCA, la reestatización de Aerolíneas, recuperar la plata de las jubilaciones, que era un robo increíble…


--Eso es peronismo.


T.L.: --Eso es peronismo, pero es un peronismo que además toma en cuenta los derechos humanos, que es un plus que se le agrega, porque no había esa problemática en la época de Perón. Los Kirchner le agregan algo extraordinario y van hasta el hueso. Es un peronismo extraordinario que además puede mostrar que fuimos hacia atrás, que retrocedimos, que fuimos robados por Menem porque eso no tiene nada que ver con el peronismo, fue una estafa al peronismo, una usurpación, y ese mismo movimiento recupera sus mejores banderas y realiza la política contraria a la que hizo ese pseudo peronista, restaña la herida que dejó el neoliberalismo y vuelve a construir otra visión. Sin duda, Néstor Kirchner y Cristina constituyen los mejores gobiernos desde Perón.


* Publicado en la revista "Cada 17", del Espacio Abierto Peronista. Entrevista Rubén Fernández Lisso, producción Fernanda Teves. Aportado desde el perfil Facebook del periodista Martín Piqué.

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